¿Existe un futuro previsible? ¿De cuánto tiempo estaríamos hablando?

Somos capaces de saber qué ocurrirá tras sumergirnos en el agua, estudiar para un examen, trabajar duro en la oficina, mostrar afecto hacia otra persona, y en otras diversas circunstancias. Sabemos cuál puede ser el futuro inmediato de nuestras decisiones y acciones; sin embargo, éstas forman una cadena que desemboca en algo más relevante: el futuro lejano.

¿Llegar a nuestro objetivo depende de un conjunto de sucesos?

Siempre he pensado que existe algo más, un “ingrediente secreto” para alcanzar nuestra meta. Lo cierto es que la constancia y el esfuerzo nos pueden abrir el camino hacia ese destino tan deseado. Aunque hay personas que lo consiguen antes que otras, también las hay que se rinden en el camino. Por eso mismo, que un propósito de esta nueva etapa sea perseverar en lo que uno quiere conseguir, respetando su entorno y a sí mismo, sabiendo que hay altibajos y que los problemas se resuelven.

Los próximos días dependen de lo que hagas, pienses y sientas, razón para empezar a visualizar ese futuro desde ahora.

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